Verizon y AT&T, dos de las principales operadoras móviles de EEUU, planean unirse a T-Mobile y están en conversaciones con Discover Financial Services y la entidad bancaria Barclays para establecer un plan que permita a los clientes pagar a través del móvil con un sistema inalámbrico basado en la tecnología RFID o similar.

Existen proyectos precidos en muchos países, incluidos Japón, países escandinavos, Reino Unido o Canadá, pero su aplicación en uno de los mayores mercados del mundo podría ayudar a que despegue la tecnología. Los teléfonos están equipados con un chip NFC, o Near Field Communication, que envía una  señal inalámbrica al lector que haya incorporado el comercio y que cuesta alrededor de 200 dólares. Actualmente los teléfonos de EEUU no están equipados con los chips y por el momento los planes son probar el sistema en cuatro ciudades de EEUU durante el próximo año.
 

Por Editorial

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