En Andalucía se producen al año unos 50.000 traslados de residuos peligrosos (como los tóxicos, los inflamables o los corrosivos por ejemplo) lo que genera una elevada cantidad de documentación, como las informaciones de registro, las notificaciones de cuando llegan las mercancías, el producto que se transporta, etc. La gestión de todos estos datos, así como del propio transporte de los desechos se realizaba normalmente de manera manual. Ahora, la empresa Guadaltel (Sevilla) está tratando de introducir la tecnología de identificación por radiofrecuencia (RFID) para automatizar todo el proceso.

Este sistema permite un control y un seguimiento ininterrumpido y en tiempo real de los bidones que contienen este tipo de residuos. De manera que en caso de incidencia, se conoce inmediatamente la localización de los residuos, lo que permite tomar las medidas preventivas oportunas y reducir el impacto ambiental de los mismos.

Por Editorial

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